Procesos de la Metodología PMI

 


¿Qué es el método del PMI? ¿Cuál es su énfasis?

Para precisar todo ello, el PMI ha ideado un método de gestión de proyectos que está debidamente desglosado en el texto, A Guide to the Project Management Body of Knowledge, (PMBOK® Guide) que es su guía o libro de referencia. En él se describen los trabajos que profesionales y académicos de diversos campos han llevado a cabo en los últimos años para fijar los estándares. Sin embargo, no se trata de un listado de requisitos en el sentido tradicional. Más bien, es un marco de referencia que puede implementarse en cualquier organización y que, por tanto, ofrece un alto grado de flexibilidad. Ahora bien, la metodología del PMI de gestión de proyectos se compone de dos elementos esenciales: la ejecución de procesos y las áreas de conocimiento:

1) ¿Qué es un proceso? Para la PMBOK® Guide, no puede hablarse de proyecto si éste no se concibe como un proceso, es decir, una serie de actividades coordinadas e interrelacionadas entre sí que deben ejecutarse con un fin específico. No importa si son muchas o pocas etapas las que componen un proceso. Lo más importante es que éste tenga tal entidad. Por supuesto, el número de etapas varía en función de las exigencias de cada caso: participantes, complejidad de las tareas, plazos de entrega, entre otros. Sea como sea, lo realmente decisivo en la ejecución de un proyecto es tener claras las etapas básicas que lo conforman, que para el PMI son: análisis, planificación, ejecución, supervisión y control, y cierre. En el enfoque del PMI, los proyectos deben estudiarse previamente. Los dos tipos básicos de procesos son:

a) Procesos orientados a la creación de un producto.

b) Procesos con etapas de evolución claramente diferenciadas.

2) Áreas de conocimiento: Además de los conocimientos específicos de su sector, los líderes de proyectos deben aplicar otro tipo de conocimientos adicionales, los cuales se relacionan con competencias específicas de la gestión. Cuando hablamos de gestión de proyectos, en realidad estamos refiriéndonos a algo mucho más amplio. Ya no es suficiente con ser un especialista en la materia en la que nos desempeñamos; hacen falta, además, competencias transversales, o al menos genéricas, para dedicarse de lleno a este oficio. Para el PMI, las áreas de conocimiento adicionales que no pueden faltar a la hora de gestión un proyecto son:

  • Integración.
  • Recursos Humanos.
  • Costes
  • Alcance
  • Tiempo o plazos.
  • Calidad de las tareas.
  • Comunicación.
  • Riesgos
  • Adquisiciones del proyecto.

Estas nueve áreas de conocimiento, sumadas al enfoque de procesos descrito en el apartado anterior, constituyen las bases del modelo PMI.

 


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