En la era de la Transformación Digital, cada vez más empresas comprenden que el agilismo es la mejor forma de resolver problemas complejos, de enfrentar el cambio, de adelantarse a lo que quieren los usuarios para obtener mejores resultados e innovar.
El éxito de Spotify, Amazon y Airbnb es porque adoptaron la cultura ágil, se olvidaron de modelos tradicionales, les dieron autonomía a sus equipos, aprendieron de los errores y potenciaron un trabajo colaborativo, lo que al final se tradujo en calidad y velocidad.
Ventajas del agilismo
El beneficio más grande de una empresa que usa agilismo es la adaptabilidad, la capacidad de responder a los cambios que el mismo camino le muestra, además de poder abrir los ojos, tener información para tomar decisiones y generar valor.
Entre las ventajas está el ahorro de tiempo; adelantarse a la competencia; reducción de riesgos, porque se detectan en el camino a medida que avanzan los equipos; mejora en el tiempo de respuesta frente a los cambios, porque el cliente no tiene que esperar que se termine el producto; además, mayor motivación, autonomía y compromiso de los equipos.
Mientras que las empresas que no usan metodologías ágiles, se enfrentan a todo lo contrario a la adaptabilidad, tienen la incapacidad de actuar oportunamente y corren el riesgo de no sobrevivir.
Si la empresa va lenta, cuando saca un producto al mercado, la necesidad ya no existe o no es relevante, los competidores actúan más rápido y los hábitos de consumo de los clientes cambian.
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